Con este post inicio una serie que espero te ayuden a evitar el fracaso de una expatriación. Y para ser ordenada, quiero empezar por el principio.
Ese momento en el que tu pareja llega a casa y dice :«me han ofrecido un trabajo fuera del país». Y es en ese preciso instante cuando empezamos a construir la casa por el tejado. Porque nosotras, que solemos anticipar demasiado los acontecimientos, a los 10 minutos, ya estamos mirando en Internet colegios, apartamentos, el hospital más cercano o las posibilidades de pedir una excedencia en nuestros trabajos.
Pero mi primer consejo para evitar el fracaso de una expatriación es:
No debes dejarte llevar por los nervios porque la negociación de las condiciones de expatriación con las empresas requiere que tengas la cabeza puesta únicamente en conseguir el mejor paquete económico para toda la familia.
Un vez este negociado todo este paquete ya podréis pensar en barrios, escuelas y resto de temas importantísimos para todos. Pero te puedo asegurar que sin un paquete de expatriación que te permita como mínimo seguir manteniendo vuestro mismo nivel de vida, vuestra expatriación será un fracaso para todos. Así que si estas pasando por este proceso en vuestra empresa, os recomiendo que echéis un vistazo a los puntos que debe tener una Carta de Desplazamiento I y II.
Mi segundo consejo para evitar el fracaso de una expatriación es:
Si estas trabajando, tómate tu tiempo para tomar la decisión de dejarlo.
Se que algunas pensareis que vivir expatriada sin trabajar debe ser estupendo, no tener horarios, disfrutar de los hijos, sin presión etc. pero lo cierto, es que este suele ser uno de los temas que más insatisfacción causan a las madres expatriadas: No tener un proyecto, una ocupación más allá de ser las «reinas del hogar» . Así que repito, tomaros vuestro tiempo, reflexionar y visualizaros más allá de lo que a priori puede parece un período de vacaciones continuadas 😉.
Es en este momento de reflexión, cuando podéis pensar en hacer un curso, estudiar idiomas o hacer ese proyecto que teníais en la cabeza y que nunca te habías atrevido a comenzar o quien sabe, escribir un blog!.
Pero mi consejo es que todo esto lo medites antes de decidir, no después. No dejar nada en el tintero porque cuanto más atado esté todo antes de desplazarte mejor será la experiencia desde el principio.
Estos son mis dos primeros consejos para evitar el fracaso de una expatriación, cada caso es diferente, por ello no dejes de consultarme puntualmente tu situación.
Buff yo les daría cada charla jejeje.
Pero tal y cómo lo habéis planteado, que es el marido el que tiene la oferta y tu que vas a hacer, parece que siempre van a paises mucho mejor economica y socialmente, pero y si no es así?. En diplomacia, lo mismo te toca un país occidental que uno en vías de desarrollo y eso sí que es un shock.
A mi ya me tocó Argentina en febrero de 2003(Erica me va a entender a la primera qué época fue, pleno corralito), aunque mucho más divertido fue Hungría en el 96′, cuando aún el país funcionaba al estilo soviético y poco a poco a la economía de mercado.
Y eso, sí, les diría que se concediesen mucho tiempo para adaptarse, yo me doy un ańo, para pasar todas las estaciones a ver cómo me sientan(las alergias a nuevas plantas, el invierno etc…).
Que aprendan no sólo el idioma sino también la cultura. El idioma húngaro es de los más difíciles del mundo, pero era peor su odio a todo lo extranjero. Si revisas su historia, entenderías por qué, por ejemplo.
Y un hermoso consejo que me dió una mamá ya veterana en ésto de las expatriaciones; llévate tus muebles, tus cosas y decoras las habitaciones, sobre todo las infantiles, igual que antes, así no se nota tanto el cambio.
Espero que ayuden los consejos.
Como te entiendo Gemma! Lo peor es tener que pasar por situaciones tan complejas en nuestro nuevo lugar de residencia, y como bien dices, los destinos a los que nos vamos no siempre son el paraiso, por eso apoyo tu idea de crearlo en tu hogar lo mejor que puedas.
Saludos
Erica
Supongo que tiene que cambiar mucho la situación si te vas sin hijos a irte con ellos.
Igual que tiene que ser muy distinto dependiendo del destino, porque puede ser una gran oferta pero un destino complicado para las mujeres (algunos países árabes al que han destinado a amigos eran imposibles con mujeres)…
El consejo es que luchen por su calidad de vida y que antes de irse se informen bien, se mentalicen al cambio y a la sensación de SOLEDAD que te invade en cuanto colocas tus cajas y tengan planes, muchos planes… porque los niños no llenan todos los vacíos y somos más que madres.
Y el idioma. Que empiecen desde que surge la idea a estudiar el idioma del destino… yo me arrepiento de no haber empezado con el francés desde que estaba en Madrid porque aún estoy esperando a que la empresa decida cómo me va a dar las clases prometidas… y podía llevar desde octubre estudiando.
Sin duda como tu dices hay que luchar por tu propia calidad de vida y la de tu familia y siempre intentar cerrar los paquetes de expatriación más completos posibles y en origen para que no pase lo que te está pasando con las clases de francés.
Como te entiendo con lo de la Soledad! Un beso grande!