La Real Academia Española define de la siguiente forma al expatriado,da: adj.  Que vive fuera de su patria.

¿Qué define a una expatriada? No es sólo la lejanía física de su patria sino un complejo conjunto de variables vinculadas al terreno de las emociones y también del pensamiento.

Definirnos en el aquí y ahora nos ayuda a proyectar, a cumplir sueños y a alcanzar metas. Saber dónde estamos paradas, evaluar cuánto nos gusta esa situación y tomar decisiones al respecto implica muchas veces cambios en nuestra cotidianeidad.

Quienes mejor comprenden esta definición de expatriada son aquellas que han vuelto a su patria, las repatriadas. Ellas nos dirán sin dudas que no viven más fuera de su patria pero que haber vivido lejos las ha cambiado para siempre, y que no se regresa a un lugar físico siendo la misma persona que en el momento de la partida.

Me pregunto si no es más sencillo definirnos como expatriadas por lo que sí hay, lo que sí tenemos y no por la falta o la ausencia.

Si como yo, llevas muchos años viviendo lejos, sabes que aferrarnos a lo que no tenemos no nos ayuda a crecer, a echar raíces, a desarrollarnos como mujeres plenas, profesionales, esposas y madres. No nos sirve a la hora de encontrar un equilibrio y ser felices, porque de eso se trata, de encontrar mi mejor manera de ser y estar en este momento, en el aquí y ahora.

Me dirás que esto es válido en cualquier situación y acuerdo con ello, pero la ausencia y la soledad a las que las expatriadas le huimos necesita de esa energía para fortalecernos como personas. Tomar lo positivo, lo que una nueva situación nos ofrece para construir sobre cimientos nuevos con los elementos más importantes de nuestra historia personal.

De dónde vengo y a dónde voy son las claves de un laberinto en el que sortearemos obstáculos y tomaremos desvíos para llegar a la meta y poder disfrutar a pleno de haberla encontrado.

Imagínate ese recorrido: tu partida, lo que te ha costado decidir si querías marcharte, las despedidas y los miles de trámites, averiguaciones y decisiones que has encontrado en ese camino. Si al llegar a destino no te das el tiempo y el espacio de disfrutar lo logrado, será difícil aprovechar la experiencia al máximo.

Tal vez me dirás que te has equivocado, que algunas decisiones fueron erradas y que quizás tus expectativas eran infundadas. Creo que siempre estás a tiempo de rectificar situaciones, cambiar las coordenadas del GPS y elegir una mejor estrategia para cumplir con tus metas. No bajes los brazos frente a la primera desilusión, quizás no estás mirando hacia el lado correcto y precisas encontrar cual es TU norte en esa nueva latitud.

Y si hoy no hablé de los hijos es porque tu modo de vivir la expatriación va a tener una gran influencia en su modo de vivirla. La forma en que presentes esta experiencia de vida desde algo positivo, desde lo que suma y no resta, ayudará  a cumplir todos los sueños que te planteabas antes de empacar y esto tendrá un gran impacto en ellos.

Pero primero por tí, porque te mereces tener la mejor vida posible en tierras lejanas.

Saludos,

Erica