Sin ánimos de abrir un debate acerca de resultados en elecciones, nos hemos dedicado a explicarles a nuestros hijos cómo las elecciones son parte de crecer cada día y a cada paso y hay que celebrar tener la libertad de poder realizarlas.
Como expatriadas elegimos vivir en una nueva realidad en el momento en que aceptamos una oferta de trabajo o decidimos irnos de nuestro país por otros motivos. Esas elecciones marcan nuestra vida y el futuro de nuestros hijos aunque más no sea a corto plazo. Si te vas por un año la despedida puede ser igual de dura que si decides irte por cinco. Un poco, sino muy diferente, es si has decidido emigrar sin fecha de regreso en vista. Lo que has hecho es trazar el futuro de tu familia, y junto a tu cabeza de gobierno, léase tu pareja, trazarán las nuevas leyes y reglas que ayudarán a tu familia a tener un buen nvel de vida en tierras lejanas.
Te dedicarás a buscar un lugar que ofrezca buena educación a tus hijos y quizás necesites de asesores que te ayuden a encontrarlo. Tendrás que velar por la buena salud de los tuyos y eso te llevará a interiorizarte en el sistema médico de tu lugar de destino y la cobertura médica que necesitarás.
Sin lugar a dudas el tema de la vivienda estará en tu agenda de prioridades junta a la educación y la salud. Buscar tu nueva morada no será tarea fácil y para ello buscarás ayuda y recomendaciones para encontrar un lugar seguro, además de bonito y dentro de tu presupuesto.
Lo de auto es considerado un elemento de lujo en algunos destinos y un miembro más de la familia en otros, y para esto último pregunten por ejemplo a las mamás que viven en Miami, Austin y Los Angeles, por nombrar algunas ciudades. Mi caso, como el de muchas otras que viven en grandes urbes con transporte público es otro, y ha sido parte de una elección sin lugar a dudas.
Elecciones que deben hacer todos los días, desde el menú de la cena hasta cómo seguir nuestra carrera en el extranjero. ¿Tomamos otro rumbo? ¿Aprovechamos para no trabajar y retomamos más adelante? ¿Intentamos reinventarnos profesionalmente? No siempre es fácil decidir, lleva tiempo poner las cosas en la balanza y tomar la decisión.
Elegir es de lo más duro, sobretodo en las circunstancias en las que lo hacemos: tenemos que definirlo, tenemos un plazo, conocemos las condiciones y tenemos mucha incertidumbre. Pero debemos decidirnos tomando en cuenta todo lo que debemos hacer y lo que deseamos hacer.
Como soy argentina y he pasado mi infancia y parte de mi adolescencia bajo la dictadura militar (sí, sí, tengo unos cuantos años) lo que más valoro en este planeta es tener la posibilidad de elegir. La democracia me ha enseñado que hay que ser responsables y emitir tu voto y a la vez respetar la opinión de los demás, pero jamás dejar de involucrarse. Y con ese sentimiento es que enfrento los desafíos de la vida y la expatriación fue uno de ellos. Llegó cuando aún era jóven y hacen 22 años que la elección fue tomada, y que los pasos para llevarla a cabo fueron de a poco organizándose, en un mundo sin internet, allá por el siglo pasado.
Lo que estos últimos meses y en especial esta última semana me ha enseñado desde mi rincón en el mundo, que es nada menos que la ciudad de Nueva York, es a no desperdiciar las oportunidades para elegir que se me presentan en la vida, aunque el resultado no sea el que espero. A ser fiel a mis ideales y a seguir adelante con los valores en los que creo y que instrumento a diario desde mi realidad para hacer de este mundo un lugar del que todos podamos estar orgullosos, desde las cosas más pequeñas.
Porque al irte de tu país tanto tus hijos como tú se merecen elecciones con criterios y valores basados en el respeto, la tolerancia y el cuidado de cada miembro de la familia y es por ello que no tomamos decisiones a la ligera. Piensa y planifica con dedicación, rodéate de gente con la que compartas criterios de vida y crianza y que te ayude a conseguir lo que te propones porque de ello depende el futuro y tu calidad de vida en el extranjero.
Un abrazo
Erica