Hay que saber tomar la decisión con un poco de egoísmo, con la mente en el futuro y con las ideas mas o menos claras de lo que buscamos cuando decidimos irnos a otro país. Y después llega el momento en que te enfrentas con lo que implica dejar a tus padres en tu país.

A mi no me gusta cuando escucho gente que dice ‘abandono a mis padres’ porque creo que al decidir irte a vivir a otro país lo que te impulsa a hacerlo no es la idea de separarte de ellos, ni del resto de los familiares y amigos, sino que tomas una decisión que compete a tu familia en el sentido más reducido el término. Y haciendo esto no decides abandonar a tus padres, yo diría que es la consecuencia de una situación y no la causa (aunque en algunas relaciones conflictivas pueda ser el motor de la mudanza)

Muchas familias deciden vivir lejos por diferentes circunstancias y a veces hasta se mudan con sus padres, suegros y primos, pero sucede en pocos casos. Y la idea de alejarte de tus padres trae aparejado el comienzo de una etapa diferente donde el vínculo con ellos debe reorganizarse. Por ejemplo, si acompañabas a tu madre al médico claramente ya no podrás hacerlo, pero eso no quiere decir que no te intereses más por su salud ni que dejes de organizar antes de tu partida quién podrá reemplazarte en ese rol si crees que es necesario hacerlo.

Por otra parte, si tienes hermanos que se quedan en tu país y se hacen cargo de tus padres de alguna forma, es importante tener una charla sincera acerca de que no te desentiendes de la familia sino que tu rol será diferente y obviamente algunas responsabilidades extras recaerán sobre ellos.

Hablar sobre estos temas antes de partir es importante para prevenir malos entendidos y «reclamos» que a la distancia se viven con mucha angustia y se sienten como un abandono.

Se franca y busca soluciones que ayuden a tus hermanos y que te conformen. Si la solución la encuentras enviando dinero para solventar gastos o viajando más seguido de visita, esa es tu forma de estar presente y seguir a la distancia la rutina de la mejor manera posible.

De esta misma forma debes hablar con tus padres porque estando lejos las cosas toman proporciones incontrolables. Un ejemplo de esto es cuando te ocultan algo que ha sucedido para no preocuparte pero luego terminas enterándote y es aún peor. Se entiende, que como no te encuentras cerca, no podías ser útil para resolver una situación y por ello no te lo comentan pero cuando te enteras, a veces semanas más tarde, te sientes mal por no haber podido hacer nada, por sentirte tan desconectada de sus necesidades y la impotencia gana terreno en tu vida.

Aceptar que las cosas cambian es el primer paso. Los padres sufren la partida de hijos y nietos, no se como decirlo de otra forma ni con mejores palabras. Echan de menos como pocos y el vacío de tu partida es muy grande y puede provocar cambios importantes en ellos.

Pensemos en algunas estrategias para vivir esta situación lo mejor posible:

  • hablar claramente y exponer las razones de tu partida, esto no significa pedir permiso sino anunciar con datos  y motivos concretos 
  • organizar con anticipación algunas cosas, desde papelerío bancario hasta cuidados y temas de salud
  • planificar modos de comunicación que sean de uso práctico, y si debes enseñarles a usar Skype y Whatsapp tómate el tiempo para ello antes de partir
  • escuchar sus consejos, hacerlos sentir partícipes de tu nueva vida de alguna manera a pesar de la distancia
  • compartir tu día a día con tus padres de una forma similar a como lo hacías antes de partir
  • considerar su viaje de visita como una perspectiva a mediano plazo

Estas son algunas ideas que te ayudarán a sentirte menos culpable para irte más tranquila y disfrutar de la experiencia a pleno.

Y tu, ¿cómo lo vives?

Saludos,
Erica