Te presento a Beatriz quien tiene una manera de contar las cosas que es única. Después de varios viajes en diferentes momentos de su vida, ha regresado de Houston a Madrid. Comparte su historia de repatriación, de desarraigo de una y otra ciudad y de adapatación a una nueva realidad.

 

1. ¿Cuánto tiempo has pasado viviendo en el extranjero?

En realidad he pasado varias temporadas de mi vida viviendo en el extranjero. Pasé 3 años viviendo con mi familia en EEUU cuando aún estudiaba en la universidad. Después pasé 2 años recién terminada la universidad trabajando en mi primer empleo en Francia y viviendo sola. Y finalmente he pasado 4 años viviendo de nuevo en EEUU esta vez ya siendo la mamá de la familia expatriada. Después de esas tres vivencias puedo decir que la experiencia de vivir en el extranjero es muy diferente dependiendo de cuál es tu rol en la familia.

2. ¿Qué ha sido a lo que más te ha costado adaptarte al regresar a tu país?

Igual que la experiencia de salir de mi país ha sido muy diferente en cada una de las veces que lo he hecho, la experiencia del regreso tiene bastantes factores en común, sobre todo si hablamos de lo que se hace más difícil. Yo diría que es esa sensación de sentirte extraño, extranjero en un lugar en el que no esperas sentirte así porque es tu hogar. Esa sensación de “no pertenencia” es algo contra lo que uno lucha internamente. Lo sientes pero a la vez piensas que no lo deberías sentir, porque racionalmente no tiene sentido estar desubicado en el lugar que ha sido siempre tu hogar. Esa lucha interna hace más dura la re-adaptación. En mi opinión, hasta que no se produce la aceptación de que te vas a sentir diferente, por mucho que sea tu hogar, no se supera. Hay que asumir que la persona que regresa no es la misma persona que se fue. Y que si te sientes diferente es porque lo eres. Es porque tú has cambiado.

Otro aspecto difícil para mí que ha sido común a todas las veces que he regresado es el hecho de que la gente, tu gente, se acostumbre a vivir sin ti. Algo que agradeces y que te hace feliz cuando estás lejos, porque te alegras de que no estén tristes por tu marcha y de que encuentren su vida sin ti. Pero cuando regresas, encontrar encaje en esa vida que todo tu entorno de antes tiene organizada sin ti, no es fácil. Y no es fácil de asumir en ocasiones.

En mi caso particular además he tenido que adaptarme a un modo de vida completamente distinto. Siempre que he vivido en España he trabajado fuera de casa por lo que la vida en Madrid sin horario de oficina era algo ajeno completamente a mí. Pero es algo que ahora estoy disfrutando enormemente para redescubrir mi ciudad con más tiempo y con otros ojos.

3. ¿Cómo es un día cualquiera en tu familia?

Imagino que como en cualquier familia con niños en edad escolar. Levantarnos, desayunar juntos. Ir al cole con mejor o peor humor dependiendo de las prisas que haya por la mañana.

Durante el tiempo que las niñas están en el cole yo me dedico a mi blog, a cultivarme en aspectos que antes no estaban a mi alcance por falta de tiempo, a estar informada y a hacer las gestiones familiares de todo tipo.

Recojo a mis niñas del cole, hacemos deberes, cenamos juntos y fin del día. Los fines de semana intentamos pasar tiempo juntos fuera de casa. Encontrar planes para disfrutar en familia es lo que más nos gusta porque cuando ya tienes una hija entrando en edad preadolescente, los días de planes en familia están contados y hay que aprovecharlos al máximo.

4. ¿Qué importancia le otorgas a la adaptación a la nueva cultura y sociedad? ¿Cómo crees que repercute en el crecimiento de tus hijas y su desarrollo?

Le otorgo mucha importancia. La adaptación es la clave de que las dinámicas a las que está sometido cualquier individuo se desarrollen en su plenitud. Si no estás bien adaptado no sólo no eres feliz sino que no aprendes, no disfrutas, no te desarrollas, no eres capaz de crear, no te integras. Y todo eso es necesario en el desarrollo de cualquier persona en cualquier situación y más si se trata de niños.

En el caso de mis hijas, el haber sido capaces de adaptarse a distintos entornos socioculturales tan distintos como los que ellas han vivido estoy convencida de que las ha dotado de grandes habilidades y herramientas para su vida futura. No ha sido fácil. Pero sin duda ha merecido la pena. Tienen una mente muy abierta, una gran capacidad de observación, una mentalidad muy inquisitiva y curiosa. Y considero todas esas cualidades muy valiosas para la vida.

5. ¿Cuáles dirías que son las ventajas y las desventajas de criar a un hijo en el extranjero?

Las ventajas para mí son muy claras y son la mayoría. Como madre para mí ha sido fundamental el estar sometida también a nuevas formas de hacer las cosas. Formas de crianza, de educación, de organización familiar, del tiempo… que yo nunca me había cuestionado porque las cosas se habían hecho siempre siguiendo el modelo tradicional de crianza que está a tu alrededor, en tu familia, en tu país, en tu ciudad. Cuando el modelo que te rodea es completamente diferente, y además no es único porque la diversidad cultural en Houston es tal que los modelos familiares son variadísimos, empiezas a cuestionarte el tuyo de toda la vida. Y te das cuenta de que hay cosas que en España se hacen maravillosamente y que te alegras de que formen parte de tu modelo de crianza, pero hay otras cosas que estás dispuesto a revisitar. Y es muy liberador estar lejos de tu entorno para hacer cambios en tus rutinas o en las formas de hacer las cosas sin sentir que vas a ser juzgado. Criar un hijo en el extranjero te resetea como madre. Y te actualiza a una versión nueva, más completa.

Luego están las ventajas obvias para los niños que adelantaba en la pregunta anterior. La amplitud de miras. El criar personas con mucho mundo. Personas que no se extrañan ante las diferencias, sino que las valoran. Personas que tienen mucha más vida interior a su corta edad de la que tenía yo con 20 años porque han tenido que enfrentarse a muchos desafíos en los que han tenido que conocerse muy bien.

En cuanto a las desventajas no voy a ser muy original. Para nosotros ha sido duro estar separados de la familia. No desde el punto de vista de apoyo familiar porque hay muchas personas que viven en sus países de origen y no cuentan con ese apoyo o esa ayuda de los abuelos que hacen la cobertura cuando les necesitas. Me refiero en ese caso más bien al componente afectivo. Estar privados de meriendas con los abuelos, de tardes de juegos con los primos… Eso para mis hijas fue muy duro sobre todo al principio.

6. ¿Cómo ha sido la adaptación de tus hijas al regresar?

Pues lamentablemente no fue la mejor. Tal vez las edades que tenían durante el tiempo que estuvimos fuera haya tenido algo que ver. Las dos han tenido momentos de gran desarrollo de sus personalidades mientras vivimos en EEUU por lo que a la vuelta ya eran dos personas que tenían muy poco que ver con las dos niñas españolas que se fueron de aquí. Eso las ha hecho sentirse muy descolocadas durante bastante tiempo. Incluso en el diario de una de ellas he llegado a leer (con su permiso) que todo le resultaba ajeno y que no entendía por qué cuando en realidad todo el mundo le decía que ella era española y no debía sentirse así. Es la lucha interna que mencionaba al principio pero en una cabecita de 7 años que no comprende muy bien por qué siente que su hogar no lo es. La dificultad añadida es además que lo que más te gusta de estar aquí, que es pasar tiempo con los abuelos y los primos, se hace muy difícil porque al principio no dominaban el idioma como para comunicarse plenamente. Así que fueron 6-8 meses duros. Para todos.

7. ¿Te ha sido fácil encontrar un espacio y proyecto personal en otro país? ¿Qué ha sucedido ahora que has regresado?

A mí me ha sido facilísimo. Para mí mi proyecto personal era vivir la aventura de la expatriación con mi familia. Para mí representó un cambio de vida total como comentaba antes. De estar todo el día de casa a la oficina y corriendo al cole a por las niñas, a tener la oportunidad de dedicar tiempo a planificar nuestra vida, nuestros viajes, y a mi propio desarrollo personal.

La vuelta ha sido complicada porque ese proyecto personal estaba muy ligado al hecho de estar en otro país, y en un principio regresar parece implicar automáticamente que has de volver a todo tal cual era antes de la expatriación. Pero decidí tomarme un tiempo y no lanzarme de cabeza a la vuelta a lo anterior (es una opción que siempre está ahí y de momento está abierta si quisiera hacerlo). Ha pasado un año y estoy aún encontrando mi lugar pero empiezo a sentirme muy cómoda con mi rutina madrileña. Con mi tiempo para mí, con hacer crecer mi plataforma desde la que siento que ayudo a gente (o eso me dicen), y con sentirme a gusto en el rol que desempeño no sólo para los míos sino también para mí misma.

8. ¿Cuál es el mejor consejo que podrías dar a otra mamá que piensa en regresar a su país?

Date tiempo. Dales tiempo. Da tiempo a tus hijos porque no sabes cómo va a ser la readaptación y puede que te necesiten incluso más a la vuelta que cuando te marchaste de tu país. Y tendrás que estar ahí para ellos.

Y date tiempo a ti misma. Porque también necesitarás tu adaptación y probablemente seas la única que lo sienta. Las madres parece que como volvemos a nuestro país y no cambiamos de colegio ni de trabajo no nos tenemos que adaptar. Y nuestra adaptación es muy infravalorada. Y tenemos que lidiar con ella solas mientras ayudamos al resto de la familia a llevar la suya.

No es necesario apresurarse a llevar la misma vida que se llevaba antes de expatriarse. La vuelta es también una oportunidad de revisitar si queremos volver a nuestra vida anterior o queremos hacer cambios. Usa esa oportunidad. Habla con otras madres en tu situación. Investiga qué han hecho ellas para encontrar de nuevo su lugar. Aprovecha el proceso como una oportunidad para conocerte a ti misma.

Gracias por tomarte el tiempo de compartirlo con esta hermosa comunidad de Mamás por el Mundo. Esta charla con Beatriz ha sido muy enriquecedora por todos los aspectos que ha resaltado sobre «el regreso» y sus mitos. Sigo a Beatriz de Houston a Madrid y sus reflexiones son siempre muy interesantes.

Les recomiendo no perderle el rastro a Beatriz e ir también a conocer su perfil más gourmet, que no tiene desperdicio!

Instagram: @tengounplanbeatriz

Facebook: Tengo un plan B

Página web: www.planbeatriz.com

/

Saludos,

Erica