Nadie me había anunciado mi primera expatriación, ni mi segunda, ni siquiera mi tercera…cayeron como bombas en mi vida, como buenas o malas noticias, según la situación. Pero la decisión estaba en nuestras manos y tomaríamos la decisión como adultos responsables.

Anunciar la expatriación a tus hijos, y esto si que no depende de que sea tu primer experiencia o la quinta, es una situación que calificaría de tsunami: no han visto que venía y la sensación es la de salir corriendo para que no te atrape.

Explicarles que dejarán a sus amigos, el cole, el club, la familia por un futuro mejor no alcanza. No es motivo suficiente para un niño y poco caso quizás te haga un adolescente.

Por muy pequeños que sean tus hijos debes decírselo, ponerlo en palabras, debes explicarlo de a poco, con ejemplos concretos y sobre todo, algo que es muy importante y está vinculado a la angustia de separación: debes dejarles en claro que el núcleo familiar estará unido, las despedidas son puertas para afuera, nos vamos mamá, papá y los niños todos juntos, así de claro y simple.

Sabemos que en algunas ocasiones los papás viajan antes, es algo que puedes ir explicando, armando calendarios con pegatinas para contar los días hasta el reencuentro de la familia. Puedes también ayudarte con libros como el preparado especialmente por Mamás por el Mundo, y juegos, es importante utilizar diferentes herramientas.

Los niños más grandes, a los que quizás alguna movilización hogareña les haya dado señales de que ‘algo está sucediendo’, deben tener el mismo tipo de explicaciones, claras y concretas: cuándo, dónde, por cuento tiempo, y la más difícil, por qué nos vamos.

Muéstrate abierta a preguntas, evita el conflicto y utiliza palabras que serenen, y sobre todo siempre en plural, porque muchas veces se busca al ‘culpable’ que nos obliga a irnos. Nos vamos todos, han tomado la decisión como pareja, como padres.

Un niño de al menos 6 años podrá expresar claramente su fastidio, su descontento y culparte porque lo separas de sus mejores amigos. No tiene la posibilidad de tomar la decisión y ésta no es como las peleas en la juguetería cuando pones un límite y decides que no se compra nada, esto es algo que afecta toda su realidad y que el famoso ‘vamos a estar mejor’ no está vinculado a irse a vivir al extranjero.

Es fundamental hablar con seguridad, transmitir tranquilidad y consolar el llanto y compartir con ellos lo que a nosotros nos gusta y nos disgusta de la decisión que hemos tomado como adultos y asumimos completamente.

No olvides anunciar a sus maestros y profesores la noticia de tu partida para que estén atentos y entiendan algunos cambios en el comportamiento o rendimiento. Habrá quizás niños más distraídos en clase o algunos más sensibles ante conflictos.

No dejes de compartir con otras mamás tus ideas y nos cuentas cómo fuiste anunciando la expatriación a tus hijos.

Saludos

Erica

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