Las Barrerras del idioma

Hoy a través de la experiencia de una madre expatriada hablamos de lo que suponen las barreras del idioma en la adaptación de nuestros hijos.

Hace un par de semanas en uno de los parques en los que suelo pasar las tardes, conocí a otra madre expatriada (lo de tener hijos sin duda ayuda mucho a la socialización). Seguro que sabéis como son esas primeras conversaciones:

«Hola, ¿de donde eres?, ¿cuánto tiempo llevas en Miami? ¿cuántos hijos tienes? ¿estás aquí por el trabajo? ¿te gusta la ciudad?

Pero el caso de esta madre fue un poco más especial porque a la pregunta de ¿de donde eres? me dijo: «de un país de Europa» su respuesta francamente me hizo mucha gracia porque yo también lo soy, pero claro en Miami somos muchos los españoles pero gente de Eslovaquia hay muy poca.

Esta madre expatriada tiene un hijo de 2 años que solo habla eslovaco y que ahora esta pasando por verdaderos problemas de adaptación por el idioma. No quiere ir a la guardería, no quiere ir al parque, en cuanto sus padres se alejan empieza a llorar, tiene pesadillas y según sus padres no es el niño feliz que era.

¿Qué hacer en estos casos en los que el idioma se convierte en una barrera? Yo no se lo que es pasar por eso, porque Pablo lo ha tenido fácil en este primer mes que llevamos en Miami, en un lugar donde casi todo el mundo habla español, pero en su caso, no se si hubiera tirado la toalla. Ella está muy desesperada y como ella me decía «agotada emocionalmente»

Algunas de vosotras me ha escrito para contarme situaciones parecidas con vuestros hij@s y todas habéis superado la prueba con éxito. ¿Podríais darme algún consejo que ayude a esta familia expatriada?

Durante esta semana iré compartiendo contenido con el hashtag #lasbarrerasdelidioma en nuestro Facebook y en Twitter por si queréis añadir, comentar o simplemente leerlo.

 

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