Yo no quiero que me digan que tengo el acento extranjero porque me doy cuenta que no hablo como alguien del lugar y prefiero que me digan lo bien que hablo o como he avanzado en mis conocimientos del idioma a que resalten lo que no me sale bien.

Al fin y al cabo el acento extranjero es lo que me identifica, lo que hace que cuando llame al colegio no necesite decir quien soy porque me reconocen, y eso no me pasa solo allí sino en otros lugares también.

Cuando un amigo de mi hijo me dijo que tenia acento le pregunte si no me entendia y me dijo que si, que me entendia muy bien, quizás alguna vez le parecía divertido o exótico, y yo le respondi que realmente prefería seguir teniendo el acento extranjero si podía divertir a alguien.

Como me dijeron una vez en París, que parecía venir de Bélgica o Canadá y yo pensé que tocaba el cielo con las manos, aunque una amiga parisina luego me dijo que podría hasta ser tomado como un insulto por algunos. Pero los tiempos van cambiando, no siempre para mejor, pero nuestra actitud y predisposición pueden ayudar, y mucho.

Lo que te define es quien eres, no soy la primera en decírtelo, lo que haces, lo que digas y cómo lo digas…el acento en que lo digas ya es otra cosa…. Esto no debe ni abrumarte ni mucho menos intimidarte, pero entiendo que te sientas incómoda porque suele suceder en ciertos ámbitos.

Pero ¿por qué nos sentimos fuera de lugar en contextos grupales, ya sean profesionales o sociales, cuando quizás es la primera vez que participamos? Te diría que de todas formas participar por primera vez siempre tiene lo suyo pero …¿ y en el extranjero?

Creo que deberíamos centrarnos más en lo que decimos, en nuestro mensaje y en la forma respetuosa de comunicar que en si hay una palabra más exacta o un acento menos extranjero.

En realidad, no lo creo, estoy segura. Es una afirmación de esas que me hacen pararme en medio de la reunión de padres del cole y decir abiertamente lo que pienso y olvidarme si me da miedo el ridículo porque dirán «ella no es de aquí»  Porque muchas veces se confunde la forma en que nos expresamos con el mensaje que queremos transmitir.

En muchos casos es un tema cultural, lo que se dice y donde se dice. En Francia nadie habla públicamente de dinero ni de política, en Canadá suelen ser muy reservados y el clima es uno de los grandes iniciadores de intercambios sociales, y seguro tienes varios ejemplos en tu ciudad de residencia… ¿cuál es el tema tabú de tu ciudad?

Por eso creo que respeto mediante podemos expresarnos, teniendo en cuenta los modos sociales, pero si además tenemos que preocuparnos por el acento… ¿llegaremos a abrir la boca y decir algo?

A ver, ¿qué es lo peor que podría pasar? Quizás que no te entiendan o que te mal interpreten. Sí, me ha pasado y muchas veces, y cuando alguien me pregunta nuevamente «¿what do you mean?» primero intento expresarme con más claridad y segundo agradezco que se tomen el tiempo y me lo pregunten, eso significa que les interesa mi opinión.

Si me lee una profesora de idiomas se va a enojar conmigo, porque hay un enfasis muy fuerte en como pronunciar, peor lo que digo aqui no es que estoy en contra sino que en el caso de los adultos especialmente, es algo que suele inhibir y poner barreras en nuestra integración.

Soy educadora y como tal lo que más valoro en un proceso educativo es la participación y el compromiso, y creo que con los idiomas me pasa igual: quiero entender lo que digo, y lo que me dicen, pero sobre todo quiero poder comunicar, expresarme, compartir mis ideas y sentimientos, y también protestar cuando haga falta. No me digas que la sensación de no poder defenderte  y responder no es lo que más indefensa te hace sentir en el extranjero. Y si has ido a hacer trámites en tu nueva ciudad, donde por lo general reciben a inmigrantes y expatriados y no tienen un solo folleto en otro idioma, no te hace sentir incómoda.

Por eso entender el idioma local es fundamental, y si lo puedes empezar a aprender antes de llegar es algo que te cambia tus primeros pasos en esta aventura. Si no está incluído en un contrato de expatriación, o no puedes costeártelo, busca organismos estatales que ofrezcan cursos gratuitos, busca intercambios de conversación online, intenta por todos los medios de ir de a poco dominándolo, así sea con errores, con acentos e impresiciones. Lo importante es avanzar en ello paso a paso.

¿Cómo lo has logrado? ¿Cuánto te molesta ese acento que va tomando diferentes formas con el correr del tiempo? ¿Cómo crees que ha influenciado en tu adaptación?

Saludos,
Erica

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