Investigando un poco los orígenes del Día Internacional de la Mujer, he encontrado que las Naciones Unidas dicen lo siguiente:
Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para celebrar su día, pueden contemplar una tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
No puedo evitar sentirme muy identificada con esta presentación porque justamente Mamás por el Mundo tiene que ver con ello: somos mujeres, nos unen muchas causas y en este blog especialmente el idioma no es una barrera pero al mismo tiempo el español que hablamos representa la cultura de la cual venimos. Así nos presentamos, intercambiamos experiencias y opiniones y compartimos nuestras historias de vida en nuevos contextos culturales.
A su vez, seguimos siendo esas mujeres, las que partimos de nuestras ciudades, barrios y calles, en búsqueda de una nueva experiencia de vida y con diferentes motivaciones y condiciones.
Soy una mujer como tú, que se ha llevado lo mejor y lo peor de sí misma, que sufre la distancia y enfrenta los nuevos desafios que la expatriacián le presenta, como explicarle a sus hijos por qué vivimos tan lejos de los abuelos.
Soy expatriada, por elección, por decisión propia y haciéndome cargo de los aspectos positivos y negativos que esto implica. El día a día no es fácil, se va construyendo de a poco y no siempre resulta como lo esperaba, pero no bajo los brazos, primero lo hago por mí y luego por los que me rodean. Pues si yo no estoy bien, no podré ayudar a los demás a estarlo.
Soy mujer y expatriada, una condición que ha determinado mi posición frente a la vida y a la realidad de los problemas que vivimos en nuestra sociedad y en nuestro planeta. Los enfrento con valentía, con energías y sin miedo al error, porque es mejor intentarlo que quedarse paralizada. Y este coraje me lo da mi condición femenina, mis ansias de construir un mundo mejor y sobrevivir en el intento. Y te aseguro que tú me das ganas de continuar en esta tarea en la que me he comprometido a fondo, que es ayudarnos entre nosotras de diferentes maneras a vivir como mujeres plenas en latitudes lejanas. Ya sabes donde encontrarme.
Honremos este día todos los días!
Erica