Casilda sigue contándonos su experiencia como madre expatriada en Sao Paulo.
Pero quiero irme a la parte más bonita del país y es la forma que tienen de ver la vida.
Son pura alegría, encantadores, trabajan para vivir y no viven para trabajar como quizá nos ocurre en España, y eso desde aquí se nota. Aman a los niños, los ves correr en restaurantes, en museos, en la calle, los adoran y son bienvenidos en todos los sitios. Es un país donde los niños son la prioridad y las que tenemos unos cuantos, somos felices con esta realidad.
El clima es cálido todo el año, tienen unas playas espectaculares, unos árboles de fantasía, una variedad gastronómica de primer nivel y variedad ocio-cultural amplísima.
Para nosotros es una experiencia sobretodo personal, además de la profesional de mi marido. Aquí nos hemos reencontrado como familia. También es una oportunidad para los niños para conocer otra cultura, otra forma de vivir, niños de otras nacionalidades, otros idiomas, etc. El balance es super positivo.
Una de las partes más importantes, aunque lo comente al final y que me ha ayudado a estabilizarme aquí, han sido mis tres grandes amigas. Sin ellas, no hubiera sido posible estar así de encantada.
Españolas las tres: Canaria y Madrileñas las otras dos. Han sido mi luz, terapia, y todo, en los buenos momentos de risas, cenas, excursiones y viajes y en lo malos momentos de bajones típicos y añoranzas. Son lo mejor. La pena, como suele ocurrir en las expatriaciones, es que cuando tú las conoces, a lo mejor ya llevan dos años aquí y la expatriación termina.
Son muy especiales y quizá en nuestros lugares de origen no necesitamos tanto de comunidad, porque en tu día a día de trabajo estas tan liada que no tienes tiempo de nada. Aquí los días son intensos, cortos o largos, según salga el sol y quedar a comer con ellas, o ir de compras al centro más profundo de Sao Paulo, es toda una terapia para todas nosotras.
Sin ellas, insisto, esta experiencia sería diferente.
Espero que os haya gustado mi historia. Mi mejor consejo es, que quien tenga oportunidad de vivir esta experiencia, sea el país que sea (dentro de una normalidad) la disfrute mucho a nivel personal y familiar.
A nivel profesional, en mi caso, por temas legales es complicado que ejerza aquí. Pero a finales de mes empiezo mi certificación en coaching en Chile, donde está una de las mejores escuelas. Hay que buscarse cosas para seguir al día en tu vida profesional, no hay que abandonarse. Busquemos lo positivo de todo y las oportunidades que quizá no se ven pero están.
Gracias!
Casilda
Una de las cosas que más me llama la atención es la preciosidad de las historias de amistad que se forman entorno a la expatriación. Es verdad que en otros casos a lo mejor no buscamos tanto el hacer comunidad porque sabemos que los tenemos cerca, a nuestros amigos, aunque no quedemos frecuentemente, pero en este caso me parece que es clave para estar agusto también fuera de casa.
Preciosa la experiencia de Casilda
Sin duda, los amigos son clave en la expatriación. Son tu «familia postiza» como los hemos bautizado por aquí alguna vez ;). Un beso grande! Laura.