Cuando la decisión ya está tomada, cuando hemos analizado desde todos los ángulos posibles la oferta, acordado condiciones, comunicada la noticia a la familia…. cuando todo ya está en marcha aparecen los miedos antes de irte de tu país.
Los miedos que compartimos con nuestra pareja y los internos, los muy personales sobre ‘¿voy a poder?‘, ‘¿estaremos haciendo bien en irnos?’ , ‘¿cómo voy a arreglarmelas sola estando tan lejos?’ y tantos otros.
Mi sugerencia es mirar a los miedos de frente y pensar estratégicamente lo que podemos anticipar y lo que no. Los miedos surgen por inseguridades que no encontrarán consuelo hasta que no te hayas ido. Puedes anticipar que será una experiencia única pero no sabes aún si será fácil para tus hijos en el cole, o si lograrás en poco tiempo sentirte a gusto.
Puedes empezar a planificar muchas cosas antes de irte como por ejemplo una visita de reconocimiento para elegir casa y conocer escuelas y jardines de infantes. Alguna amiga de tus amigas te dará el contacto de alguna conocida que vive en el mismo destino y sería bueno que le envíes un primer mensaje de contacto.
Lo más importante es que puedas irte bien, dejar tu país lo mejor posible, con el corazón cargado de emoción y expectativa pero sin temores paralizantes.
Lo que transmitas a tus hijos será fundamental para su buena adaptación, y eso es un consejo que no solo es aplicable a una expatriación: no compartas los miedos de ese tipo con ellos.
Te aconsejo que pongas en palabras situaciones como ‘mamá está cotenta y con muchas ganas de ir, cuantas sorpresas y cosas nuevas nos esperan’ para así transformarlos en energía positiva y trasnmitir confianza y serenidad a tus hijos.
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Saludos,
Erica