Poco abordamos el tema de la pareja en nuestros posts y no por que creamos que no es importante, sino por la misma razón por la que en la realidad relegamos a nuestra pareja: falta de tiempo, los hijos suelen ser la prioridad y en el caso de la expatriación todos los trámites, el estrés y las nuevas preocupaciones parecen relegarla.

No caben dudas que han tomado la decisión como pareja y conocen bien las motivaciones de cada uno, aunque no se las hayan dicho abiertamente, pero sabes muy bien qué busca el otro en una experiencia así. Tus expectativas y las suyas no necesariamente deben ser las mismas aunque seguramente coincidan en algo: es bueno para la familia.

Los altibajos de las parejas en la expatriación no son muy diferentes a cuando te has quedado en tu país. Con esto quiero decirte que si antes de partir tenían un problema de comunicación las cosas no se solucionarán por arte de magia en otro país, puede que la distancia mejore el vínculo pero se agregan elementos de estrés que antes no tenías y que ahora determinan tu estado de ánimo y el de tu pareja.

Vivir en un nuevo país no significa dejar atrás viejos conflictos pero también te abre nuevas oportunidades para resolverlos.

 

La nueva rutina y el ritmo vertiginoso que toma tu vida te sambullen en una realidad diferente donde nos lleva tiempo reubicarnos. A la pareja le sucede algo similar. Eres la misma y no tanto y tu pareja también pasa por los mismos procesos pero a su manera.  Al mismo tiempo que te adaptas a esta nueva vida redescubrirás a tu pareja y el cambio que experimentará vuestro vínculo.

Muchas mamás comentan lo felices que se encuentran al descubrir que en la expatriación han logrado encontrar nuevos espacios para disfrutar en familia. El tiempo para compartir nuevas experiencias y la energía renovada para unirse frente a todo lo que se presenta.

Lo que parece ser más complejo es encontrar espacios para la pareja. Por un lado el famoso tema de la logística que nos paraliza y no logra ayudarnos a resolver cuando podemos sentarnos a tomar una copa como adultos, en el lugar que hayamos escogido sin pensar si es apropoiado para niños. Hemos hablado del tema de la elección de niñeras en un post anterior que puedes leer aquí.

No dejes pasar mucho tiempo antes de retomar esos espacios que disfrutas con tu pareja y si tampoco los podías organizar en tu país tómalo como un nuevo desafío. Es importante salir, compartir y disfrutar de las nuevas experiencias que la expatriación ofrece.

¿Has logrado encontrar el equilibrio en tu pareja en la expatriación? Comparte tu experiencia con otras madres como tú.

Saludos,

Erica

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