Este café nos gusta compartirlo cada sábado con alguna de ustedes. El de hoy nos lo tomamos en New York.

¿Café para dos?

En este café quería compartir un pensamiento que me ronda hace varios días. Nuestro espíritu aventurero de madres y expatriadas nos permite intentar, tropezar, aprender, reflexionar y volver a intentarlo. Somos como el bebé dando sus primeros pasos, eso de que tropezón no es caída se adapta muy bien a la vida expatriada. Y si realmente es caída, con tiempo y mucha energía lo convertimos en tropezón.

En alguna parte he leido que ‘los genios a los errores los llaman descubrimientos’ y me he quedado pensando en lo genias y geniales que somos las mamás por el mundo.

Ser genias y geniales, que no son sinónimos, se complementan a la perfección, ya que vivir expatriada es un tema de sabiduría pero también hay mucho de actitud, o sea, que lo que no sabemos aún con una actitud aventurera, lo aprenderemos.

Esta taza que compartimos es pura cafeína positiva! De la buena, de la que trae adrenalina para empezar el fin de semana retomando mentalmente los sucesos de la semana y planificando la que llega con lo que hemos aprendido, tropezado y quizás caído.

La primavera en el hemisferio norte, tan esperada, está llegando. Para el hemisferio sur, el otoño no viene tan mal después de haber pasado unos meses muy calientes y volviendo finalmente a la rutina escolar. Disfruta de la rutina que has sabido establecer y que ayuda tanto a organizarse, sobre todo con los niños.

Enfrenta la semana con buena predisposición para conquistar nuevas aventuras. Quedan muchas cosas por descubrir, no dejes de hacerlo por miedo a tropezar.

¡Buen finde!
Erica