A veces me pregunto qué pasa cuando llevas la mitad de tu vida expatriada y ya es tu condición normal, tu estado natural… ¿Pasas a ser una expatriada vitalicia? ¿Darán en alguna parte el título ‘honoris causa a la expatriación’?
En 1997 salí de mi ciudad, de mi barrio y de mi casa hacia el mundo, y eso fue antes de la ‘era internet’. Fue cuando abría el buzón del correo de nuestro departamentito en Montparnasse con la ansiedad de encontrar un sobre ‘par avion’ con sus colores azul y rojo que traía las noticias de tierras lejanas. Leía y releía renglones, apreciaba todo lo que me enviaban. Y yo a su vez me disponía con entusiasmo a responder, pero me tomaba mi tiempo. Pensaba muy bien cómo escribirlo tratando de anticipar las reacciones de los destinatarios, el momento en que mi sobre llegara a sus buzones.
Ahora siento que todo es más precipitado. Es bueno porque la inmediatez del Whatsapp y el Zoom son herramientas que me han acercado a mi gente, no solo a la que dejé en mi barrio sino en los muchos barrios en los que he vivido.
Cada año que pasa me hace madurar esta decisión, valorarla desde diferentes perspectivas y mejorar lo que aún está por venir. Nunca pensé que iba a pasar tantos años viviendo así y la vida me sorprendió con retos y experiencias que me pusieron a prueba y me acompañaron a ser quien soy hoy.
Me siento la misma y otra a la vez, sin dudas más fuerte y segura de mí misma y hasta a veces siento haber vivido varias vidas, cada una conectada a la ciudad en la que hemos vivido, ya que lo de integrarse al nuevo lugar me lo tomo muy en serio.
¿Cómo vives los cambios y el paso del tiempo a la distancia? Y si te has expatriado hace poco, ¿imaginas la expatriación como una forma de vida o sólo un período de ella?
Saludos,
Erica
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Te admiro Erica en el tema de la adaptación. Yo llevo 1/3 fuera y siento que es algo vitalicio, pero tambien me siento ni de aqui ni de alli, a pesar de skype y del chat.
Gracias Lai! La verdad es que no es facil, es a costa de mucho esfuerzo de parte de toda la familia y las energias se sacan de alguna parte, cada dia de otro lado.
Yo sigo trabajando en la adaptación…
Aún así, a pesar de echar de menos mi ciudad cada día, si me dicen ahora que nos volvemos creo que no lo haría, ya no me siento de allí, ni de aquí…
No es nada fácil pero no es imposible la adaptación, como siempre decimos, es un proceso no una meta y uno va pasando por diferentes etapas, dependiendo del tiempo y las vivencias como para evaluar regresos a pesar de echar de menos. Lo importante es ser feliz y encontrar un equilibrio en el aquí y ahora
Excelente artículo, Erica! Yo me siento expatriada vitalicia y con mucho gusto. Sí, siempre extraño algo donde sea que me encuentre, pero la oportunidad de crecer con cada mudanza me deja antojada de más.
Gracias Flor! Creo que lo importante, como todo en la vida, es disfrutar de la experiencia.
Un abrazo
Erica
Cuando te vas, Se extraña el país que te recibió tanto como tu país de origen.
Así es!