Haciendo un recuento de mis muchos años como expatriada y cómo ha influido ello en mi vida y en quien soy, pensaba lo difícil que es a veces presentarse en un nuevo lugar.
Esto pasa en todas las circunstancias de la vida, aunque no te hayas expatriado, llegar a un nuevo lugar y darte a conocer es algo que hacemos con naturalidad.
Pero estando expatriada en un país donde no se habla tu idioma, y a veces hasta en uno en el que se habla español, no nos resulta tan sencillo presentarnos.
«Hi, my name is Erica” ¿Cómo crees que esto suena en inglés? Pues la R de mi nombre toma un sonido y un espacio en mi cavidad bucal muy diferente que cuando me presentaba en París “Salut, je m’appelle Erica” y ni hablar de decirlo en España, en mi propia Argentina y hasta en México, donde el acento está puesto en diferentes lugares. Pues la pronunciación cambia y de golpe no soy la misma, ni sueno igual a lo que estaba acostumbrada.
La mejor forma de saber como pronunciar tu propio nombre en tu nuevo país te la van a indicar tus hijos (si están en edad escolar) Ellos son los que a dos meses de llegar ya parece que tuviesen un doctorado en pronunciación. Al menos en mi caso, la pronunciación siempre mejora con el tiempo, como el buen vino.
Y si bien para alguna de ustedes esto puede ser un detalle, para mí no es una situación traumática, pero sí es algo digno de mención. Y siendo adultas, lo manejamos lo mejor que podemos.
A la hora de presentar a tus hijos, los cuales no siempre llevan nombres fáciles de pronunciar en diferentes idiomas, las cosas también toman sonidos y estructuras diferentes. Yo pronuncio el nombre de mis hijos de manera diferente según el idioma en el que hable. Imagínense que si no lo hiciera así en una reunión con la maestra parecería que hablo de otra persona y necesito que ella sepa quién es mi pequeño bilingüe.
Por supuesto que crecer en la expatriación no es sólo cuestión de nombres y pronunciaciones, pero a los adultos esas cosas nos afectan, hemos estado muchos años acostumbrados a un sonido, a una expresión y los cambios nos cuestan más.
¿Y a tí cómo te ha resultado la experiencia de escuchar tu nombre en otro idioma?
Seguramente cada una tiene anécdotas que puede compartir en este rincón donde nos encontramos virtualmente.
Saludos
Erica
Imagínate yo que me llamo Gemma y no es muy corriente, siempre tengo que explicar que es un nombre italiano, de Santa Gemma Galgani y se pronuncia en italiano: Djem-ma.
Pero en Madrid te llaman Jema. Y si vas a Cataluńa es Gem-ma.
Gemima, Emma, de todo me han llamado. Pero sobre después de ser madre, me quedé en mamá de_____.
Gemma, que gran verdad lo de ser la mamá de… sin duda uno de los mejores nombres!
Saludos
el mio lo han modificado de 1000 maneras: Laia que es un nombre tan comun en cataluña ha pasado a ser Leia, Leila, Laila, Laura, Laya, Maya, y un sinfin de combinaciones más…al final adopte el apodo que de pequeña me pusieron mis mejoras amigas: Lai…asi no hay tanto problema 🙂
A veces pasa que cuando uno habla en otro idioma de si mismo parece que hablas de otro, suena siempre un poco raro aunque con el tiempo te acostumbras.
Saludos!
-Mercedes….
-Can you repeat that?
-Mercedes, like the car…
Ahhhhh
🙂 problema resuelto mientras haya mercedes benz
Que buena comparación, muy internacional!
un beso
Al elegir el nombre de nuestros hijos, tuvimos en cuenta que fueran nombres «cosmopolitas»; entre las variables secundarias -luego del origen del nombre, que nos gustara mucho, el sonido, etc.-.
Tal vez, anticipando posibles migraciones…
Buena idea! Nosotros habíamos previsto lo de los nombres y descubrimos que de todas formas las pronunciaciones son tan diferentes que aunque el nombre sea mas o menos internacional parece que habláramos de dos niños diferentes.
Mi nombre es imposible de pronunciar aquí en Massachusetts: Roser, con la primera «R» sonando fuerte, no es un sonido que puedan repetir, nuestra «R» fuerte no existe. Cada semana voy a un voluntariado y en la reunión inicial, siempre, siempre, alguna de las personas presentes hace un chistecito sobre mi nombre.
En algunos sitios ya no digo que me llamo Roser, ya digo que me llamo Rose, sin la «R» fuerte.
Realmente curioso lo de la «R», puesto que donde vivo hay nombres de todas partes del mundo. Para mi son muy difíciles los nombres asiáticos, pero un nombre con «R», por lo que voy viendo, es de lo más exótico que pueden encontrar en Massachusetts.
Lo de la R es toda una historia aparte, imagino que como decia Gemma, en otro comentario, con la G y la J también sucede algo similar que hace que transformes o mejor dicho deformes tu nombre.
Saludos
Acabo de nominaros para el Liebster awards, pasaos por mi blog, un abrazo;)
Eres un encanto, muchas gracias!
Qué tema interesante. Yo me llamo Paz, y comparto nombre con mi hija. Ya esto es difícil de explicar en otros países. No es normal y además es corto, por lo que normalmente la gente entiende Pat de Patricia, y yo les dejo si son personas con las que no voy a tener mucha relación, si no, lo deletreo directamente P/A/Z.
A mi hija en Italia le tomaban el pelo llamándola Pazzi la Pazza (Pacita la loca)
Mis hijos son Jaime y Juan. Esa J inicial es muy df’icil de pronunciar en muchos idiomas, así que todos les llaman Yaime y Yuan. Lo importante es la voluntad. Y hablando de nombres e integraciones, en Italia Jaime tuvo una época en que se presentaba como Giacomo (Jaime en Italiano).
Tal cual! Y en Alemania sumándole a un nombre dificil como Silvina, un segundo nombre y un doble apellido, cuando aqui se acostumbra tomar el apellido familiar (sea materno o paterno)… es complicadisimo. Yo en el jardin pase a ser La señora de… jajaja porque asocian ese apellido al de mis hijos! En fin… entre que lo pronuncian mal, lo confunden con silvia y el dilema de los apellidos soy la mujer de los mil nombres!
Algunos paises/idiomas son mas complicados que otros y si le sumamos las costumbres de cada lugar ya no sabemos quienes somos!
Mi primera experiencia fuera de mi país Venezuela, fue en Indonesia donde no existe el sonido de la c y pase de Carmen (fácil en cualquier país de habla hispana) a Charmen o Karmen. Ni hablar del tema del apellido, nunca adopte el de mi marido así que ha sido todo un tema en todos los países. Con mis hijos, no pensé en nada de hacerlos “internacionales”, así que ellos andan con ese montón de Rs en sus nombres y definitivamente lo pronunciamos diferente en Español, en Indones, en Ingles y ahora en portugués. De verdad que aún me rio en cada Starbucks donde me convierten en Karmel o Carem y trato de ser extremadamente respetuosa con cómo las personas pronuncian su nombre y en pedirles que me ayuden a aprender a escribirlo
Mi hijo se llama Jorge.
En Australia imposible de pronunciar, le llamaban George. Solo los arabes eran capaces de pronunciarlo bien porque ellos tienen «j» fuerte