Os presentamos a María, madre asturiana que vive en Alemania, concretamente en Leipzig y que escribe en su blog Meinemamimemima. Hoy nos habla de cómo vivir la Navidad en Alemania. Nos pica mucho el gusanillo de pasar una Navidad recorriendo alguno de los preciosos mercadillos navideños alemanes. ¿Y a vosotras?
Ach ja … el Adviento, esa época del año que hace que los alemanes acudan en masa a la calle como si no hubiera un mañana. Es el efecto llamada que tiene el Weinachtsmarkt (mercadillo navideño) que concentra, en escasos metros cuadrados, a teutones a la búsqueda y captura del codiciado Glühwein, un vino caliente con especias, que ayuda a combatir las gélidas temperaturas típicas de esta época del año.
Tengo que confesar que a mí el único puesto que me vuelve loca de todo el mercadillo, es en el que venden Baumkuchen, un dulce delicioso comparable a un Phoskito gigante. No hay año que no me compre uno y me lo coma a la luz de las velas del Adventskranz, una corona de adviento con cuatro velas que marca la llegada de Navidad. Cuatro domingos antes de Navidad, se enciende la primera vela. El segundo domingo; dos. Y así sucesivamente.
Sin duda, el Adventskranz compite en protagonismo con el Adventskalendar o calendario de adviento. Creo que esta tradición no necesita presentación. Me consta que se celebra en muchos otros países y que, en España, va ganando adeptos. ¿Quién va tener algo en contra de abrir un saquito con dulces durante los 24 días previos a la Navidad?
Los carritos de la compra también nos revelan que el Adviento ha llegado. De repente, se llenan de harina, azúcar, huevos, mantequilla y sobres del Dr. Oetker. Es como si todo el país se pusiera a fabricar galletas navideñas en masa. Por cierto, si les regalan un paquete de galletas caseras, siéntanse afortunados, es símbolo de que el repostero les tiene en buena estima.
Vino caliente; phoskitos gigantes; galletas; chocolatinas escondidas. ¿Se me han empachado ya? De eso nada, que tienen que dejar sitio para los chocolates que trae San Nicolás el 6 de diciembre, siempre y cuando hayan sido buenos y limpiado sus zapatos.
Ach ja, Advent, Advent … cuando se quiere dar uno cuenta ha llegado la Navidad. Por cierto, por estos lares, se celebra el primer y segundo día de Navidad (25 y 26 de diciembre respectivamente).
¿Y cuándo se dan los regalos? Pues el día 24 por la tarde-noche. Y dependiendo de donde viva uno, los traerá el Christkind (niño Dios) o el Weihnachtsmann (hombre de navidad).
Menos en mi casa. En mi casa vienen los Reyes Magos. Y que siga así por muchos años 😉
¿Como vivís vosotras la Navidad en vuestros destinos? Nos encantaría conocer tradiciones de otros países.