Me llamo Mercè, soy de Barcelona y llevo casi ocho años viviendo expatriada en Basilea, Suiza. Basilea es la tercera ciudad suiza en habitantes ( 166000) justo en la frontera entre Francia, Alemania y Suiza.
En Junio del 2012 nació Anna, y voy a contaros las cosas que más me han ido sorprendiendo, no tanto por experiencia propia, sino por comparación con mis cuñadas y amigas de España.
La primera diferencia fue sólo al nacer…en el hospital había de todo!! Pijamas, pañales, chupetes etc. Había un montón de pijamas de bebé en distintas tallas y podías cambiarle siempre que quisieras. En la misma habitación había una bañera y un cambiador.
Aquí en Suiza todo el mundo está obligado a tener un seguro médico privado, no existe la seguridad social como tal, aunque si hay hospitales más públicos que otros. Anna nació en el hospital universitario y mi seguro médico cubrió todos los gastos. El tema seguros médicos en Suiza dan para todo un capítulo, que ya os contaré en próximos posts.
Al llegar a casa tras el nacimiento, llamé al pediatra para la primera visita, y no me dió hora hasta un mes más tarde. Como madre primeriza y preocupada, insistí para tener hora antes y la enfermera no hacia más que preguntarme si es que la niña estaba enferma. Y yo: «no, sólo quiero que la mire» y ella me contestó: «pues en un mes». Eso sí, el seguro médico te incluye dos visitas a casa de una matrona, que la pesó y midió.
Luego está el tema pendientes, sólo os digo que un vecino dejó de hablarme al ver que le había agujereado las orejas a un bebé. En cuanto solucionamos el tema papeleo y conseguimos su pasaporte ( lo que nos llevó seis semanas), nos la llevamos a Barcelona y se los hicimos allí.
Tampoco encuentras básculas en las farmacias, aunque hay una asociación en todos los núcleos urbanos llamada Mütterundväterberatung ( consejos para padres y madres) donde puedes ir siempre que quieras y unas matronas te los pesan y te dan consejos sobre alimentación, comportamiento o cualquier otra duda que te pueda surgir de forma totalmente gratuita. De hecho, el pedriatra me mandó allí para las pautas de alimentación. Aunque todo está en alemán acostumbran a hablar un buen inglés y es relativamente fácil encontrar a alguien que hable castellano y toda la información escrita también la tienen traducida a varios idiomas.
Durante el primer año sólo me dejaba bañarla dos veces por semana y con agua, nada de jabón!. Lo de las dos veces lo cumplí a medias, lo del jabón a rajatabla y lo cierto es que Anna tiene una piel perfecta ni atópica, ni rojeces, ni nada.
También son antimedicamentos, para los hongos me recetó que la limpiara con té negro que es antiparasitario y me dio una crema que hizo nada y menos, suerte del daktarin, apiretal y chamodent que me traigo de casa, porque aunque todos los extremos pican, creo que con mesura, una buena medicación, no hace daño sino al contrario.
To be continued….
Y hasta aquí el primer capítulo de Mercè, nuestra Mamá Expatriada en Basilea que en próximos capítulos nos irá dando más información sobre temas relacionados con la maternidad en Suiza.
Hola Mercè. Me interesa mucho la info que das de Suiza.
Soy Raquel, expatriada en Madeira hasta dentro de poco, parecía que la empresa (donde trabaja mi marido) nos iba a mandar a Génova, pero al final parece que nos mandan al paro (más majos…..) de momento nos vamos a España a que le indemnicen y aunque tiene 2 años de paro está claro ya buscando y le han salido varias ofertas en Suiza, el caso es que en el supuesto de que finalmente saliera algo interesante allí no tengo muy claro si irnos todos juntos desde un principio o que vaya el solo de momento e ir viendo. Ya se que es difícil pero me podrías dar tu opinión y decirme qué gastos fijos tenéis vosotros al mes (sois 3 con la peque no?), seguros, alquiler, alimentación, etc, todo lo que se te ocurra. Te pregunto por que las ofertas que le han hecho aunque parecen un pastón no se si nos sale a cuenta. Perdona el rollo, si prefieres contestarme a mi mail o hay cosas que prefieras no contestar te comprenderé perfectamente, que soy muy cotilla.
Mil gracias y perdona la biblia que te he escrito.