Cuando aún no te has ido de tu país y lo estás organizando todo, no te dan las horas del día para ocuparte de tantas cosas, al llegar la noche caes rendida o te desvelas, así que para soñar creo que poco tiempo te queda.
Cuando estás recién llegada, tampoco te alcanzan las energías para más cosas de las que tienes que hacer, entre nuevas rutinas, traslados, instalarte en tu nueva casa… La noche llega sin darte cuenta y el cansancio es demoledor.
Cuando las cosas van tomando algún ritmo, un sentido de normalidad y una rutina se va inslatando de a poco, crees haber encontrado un nuevo equilibrio, aunque aún no muy estable. Vas sintiendo que esa es tu nueva vida y las cosas están más bajo control. Y ahí es cuando empiezas a soñar….
Sueñas sobre lo que añoras, también sobre lo nuevo, acerca de lo que ha quedado pendiente para el día siguiente y sin darte cuenta te encuentras soñando en otro idioma.
Es en ese momento en el que sientes que las cosas han tomado forma, que tu cuerpo y mente finalmente se han encontrado en un mismo lugar y que has empezado a incorporar esa nueva ciudad en tu vida. Y esa es tu vida hoy, con tus nuevos amigos, tu nuevo recorrido de casa al colegio, tu nuevo día a día. Y lo vas aceptando, no siempre era lo que esperabas pero sin dudas te vas reacomodando a esa realidad de la mejor manera posible.
Tus sueños dicen mucho acerca de lo que te sucede, acerca de quien eres y sobre lo que deseas. Y la forma o el idioma sólo te indican que te encuentras en un momento diferente de tu vida, que has logrado mucho de tus objetivos y que aún quedan más por cumplir. Y eso es bueno, habla de tus proyectos, de tus ganas y de tus miedos.
Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar.
Antonio Machado
Soñar en otro idioma es el síntoma de comenzar esa nueva etapa, porque el nuevo idioma forma hoy parte de tu vida y es el símbolo de todo lo nuevo que te ha sucedido y de los cambios que van ocurriendo.
Tu pareja y tus hijos pasan por ese mismo proceso, cada uno a su tiempo, y por lo general los niños no son tan concientes de ello, pero en sus relatos puedes vislumbrar qué les sucede y cómo viven esa adaptación.
Recuerdo cuando por primera vez soñé en francés, me levanté ese día con una sonrisa y me di cuenta que algo en mí había cambiado para siempre, y que era bueno.
Por ello siempre te sugiero que no dejes de aprender el idioma del país al que te mudas, ya te lo decía yo aquí, y si es posible, comenzar antes de llegar. El lenguaje nos permite comunicar, integrar conocimientos pero sobre todas las cosas adaptarnos de una mejor manera a una nueva cultura y acceder a expriencias de vida enriquecedoras.
Tus proyectos se sueñan y se organizan, se planifican y se programan. Pero fundamentalmente debes creer en ellos para encontrar la energía necesaria para llevarlos adelante.
Saludos,
Erica
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