Escuchamos a menudo que irse a vivir a otro país es una aventura y nadie lo pone en duda. De lo que pocos hablan o nadie se entera es el estrés en la toma de decisiones contínuas que el proceso requiere.
Llega la noticia al hogar. Hay una propuesta de trabajo en el extranjero o la idea de mudarse a otro país va tomando fuerza, y eso desencadena un sinfín de preguntas y dudas. Cada uno empieza por donde puede, por donde le parece mejor o más fácil: ¿es lo mejor que nos podía pasar en este momento?, ¿quizás es una oportunidad que no se presentará nuevamente?, ¿necesitaba un cambio y ésta situación me lo presenta servido en bandeja?…
Está muy claro: hay que empezar a decidir. Y lo primero es decir sí o no. Y así como se escribe en pocos caracteres se piensa en varias noches de insomnio, discusiones acaloradas o debates interminables con papeles repletos de números y flechas… o todo eso junto. Sumado bastante estrés. No nos engañemos, es de esos que se invita solo sin que nadie le haya dado cita.
Tomar decisiones es algo que hacemos a diario, el calibre de una que requiere un cambio tan drástico en la vida de cada miembro de la familia es algo que no sucede normalmente y sin embargo hay que enfrentarse a la situación con la mente fría y calculadora pero también con la energía y excitación que producen lo nuevo, lo sorpresivo, la aventura. En el balance es donde se encuentra el terreno para empezar a definir de a poco las diferentes situaciones, empezando por las condiciones de contratación o visados.
Pero ante todo, ¿te has preguntado si tienes ganas de hacerlo? Porque las respuestas lógicas acerca de cuán conveniente es la propuesta es fácil de ver pero … ¿y las ganas?
Debes ser sincera contigo y evaluar tus deseos de emprender un proyecto de esta magnitud. Si no te sientes entusiasmada se te hará cuesta arriba, ya que requiere de muchísima energía que hay que estar dispuesta a entregarle.
El estrés en todo esto juega un rol central y tenerlo dominado puede ser de gran ayuda ya que no te sobran ni tiempo ni energías. Algunas sugerencias que recomiendo :
- intenta encontrar el equilibrio interno para saber cuán seriamente tomas la propuesta de vivir en el extranjero
- organiza prioridades y respeta los pasos, primero hay que resolver las formalidades para partir sobre bases sólidas
- date el tiempo necesario para pensar dos veces las cosas, eso calmará ansiedades
- busca ayuda, delega tareas, es muy difícil hacer todo sola
- abre tu mente a lo nuevo, intenta salir de preconceptos para considerar opciones impensadas
Recuerda que es un paso importante el que estás por dar y que necesitas apoyo de familiares, amigos y profesionales para sentirte respaldada y disfrutarlo.
No dudes en ponerte en contacto y enviarme tus consultas.
Suerte!
Erica