ser nietos y abuelos en la distancia

Este café nos gusta compartirlo cada sábado con alguna de ustedes. El de hoy nos lo tomamos en New York.

¿Café para dos?

Si nos estuvieramos tomando un café juntas te contaría que seguimos con las visitas por estas latitudes, ahora que llega el buen clima hay maletas que van y vienen a nuestra humilde morada.

Y hay gran revuelo, llega una abuela. Y los niños esperan, desean, planifican, piden regalos…y los grandes también.

Los abuelos que ven crecer a sus nietos a la distancia no son abuelos comunes. Son abuelos con gran sentido de la paciencia, con avidez por compartir, con ansiedad por ver la última foto y conectarse a la próxima charla por Skype.

Y nuestros hijos, los nietos a la distancia, a los que les hemos ‘robado’ la oportunidad de crecer junto a los abuelos, disfrutan mucho del reencuentro. Yo personalmente no vivo muy bien el hecho de que mis hijos crezcan lejos de ellos  porque los abuelos tienen ese don inexplicable de poner una sonrisa ante todo, de compartir su sabiduría, de estar dispuestos a jugar a los nuevos juegos y a leer historias interminables.

Si nos estuviésemos tomando un café te contaría que los reencuentros también requieren de tiempo para reacomodarse y reconocerse, luego de pasados varios meses sin vernos.

Y por tu casa ¿cómo se vive criar nietos a la distancia?
Buen finde,
Erica
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