Hola a todas, mi nombre es Casilda, aunque soy de Zaragoza, llevo toda la vida en Madrid. Mi marido Carlos y mis tres hijos son mi familia. Hace ahora un año y pico le comunicaron a Carlos una mayor responsabilidad sobre América basando la residencia en Brasil, concretamente en Sao Paulo, así que no lo dudamos y dijimos que sí, y me convertí en mamá expatriada en Sao Paulo.
En ese momento las niñas tenían cinco y seis años y el bebé tres meses. Tuvimos que alquilar nuestra casa maravillosa en tiempo récord, organizar varias mudanzas, maletas con ropa de verano y algo de invierno, organizar mil temas que seguro que conocéis muy bien ;).
Yo estaba de baja maternal así que, tuve que comunicar a mi compañía la situación y que dejaba mi posición de Directora Comercial donde estaba, os podéis imaginar, encantada y feliz con toda esa parte profesional con la cual no os voy a aburrir.
Llegamos a Sao Paulo, una ciudad de más de 20 millones de personas, todo rascacielos, y fabelas, ciudad de contrastes sociales a lo bestia y un caos circulatorio tremendo. Gracias a Dios la persona que estaba con nosotros en casa desde hacía cinco años, se vino a Brasil con nosotros porque dio la casualidad de que es Brasileña y aunque le costó, finalmente se vino.
Todavía no teníamos casa, así que estuvimos en un apartahotel maravilloso en Vila Nova Concençao, cerquita de Ibirapuera, los seis. Mi día a día era buscar casas con las corredoras todos los días a todas horas.
Las niñas estaban en el colegio de 8:30 a 15:30. Así estuvimos dos meses hasta que después de recorrerme todos los barrios de la ciudad y casi por casualidad, en una fiesta de cumpleaños de una amiga de Marta, la mediana, conocí a Laura, una Argentina encantadora que se dedicaba a encontrar casas y a los dos días finalmente encontramos la casa que nos encajaba. Amueblada, en buena zona y en precio, siendo una locura los precios de esta ciudad.
El metro cuadrado aquí es completamente salvaje, como todo lo relacionado en precios en este país. La compra diaria, viajar, ropa o el cine, es cinco veces más que en España.
Una vez que se terminaron las negociaciones con los dueños (es un libro aparte) y demás historias, finalmente para finales de Marzo ya estábamos en la casa nueva.
Los niños se acoplaron rápidamente a la nueva rutina de colegio internacional (la mediana lo paso peor al principio por el inglés pero ya domina los dos idiomas) y el bebé en Julio comenzó con un añito la escuela, aquí los colegios empiezan en Agosto y el mes de Julio son las vacaciones de invierno.
Los comienzos son duros en una ciudad como esta donde el tráfico es infernal e imprevisible, las distancias enormes y para cualquier gestión has perdido el día y lo peor, quizá, la inseguridad. Es con algo que hay que convivir. Los atracos con pistola existen y no es en las películas, o los tiroteos entre policía y bandidos también, pero si no llamas la atención con la ropa y no llevas relojes buenos, joyas etc. no pasa nada, pero siempre con ojo.
Pero quiero irme a la parte más bonita del país…
Pero la parte bonita del país la dejamos para un segundo post, y es que Sao Paulo es una ciudad cargada de contrastes y de historias.
Si hay alguna mamá expatriada en Sao Paulo o que conozca la ciudad que levante la mano y que nos cuente su experiencia en los comentarios.
Ay Casilda! quien nos iba a decir a nosotras que estas aventuras formarían parte de nuestras vidas eh?
Eres muy fuerte y valiente y eso es una de las asignaturas que no se aprenden en la vida, lo eres o no lo eres….
Ojala nos visiteis pronto en Houston o nosotros a vosotros en Sao Paulo.
Arriba las mamas expatriadas!!!! Kisses. 🙂
Gracias Noelia!!!., una gran experiencia sin duda!., todas somos unas valientes!!!., un beso enorme a los tres y seguro nos vemos pronto!
Chicas! muchas gracias a las dos!! Sois muy valientes y el hecho de que hableis de vuestra experiencia desde un punto de vista tan enriquecedor anima mucho a toda la comunidad de madres expatriadas. Un beso grande a las dos!
Muchas gracias Casilda. Muy interesante y enriquecedor, refleja la realidad a la que nos enfrentamos cuando aterrizamos en una ciudad como São Paulo.
Hola!
Yo también soy una mamá expatriada en São Paulo y aunque los comienzos son siempre un poco difíciles, ahora estamos muy a gusto.
También viví en una pequeña ciudad al norte de Rio de Janeiro durante un año, y aunque São Paulo sea tan grande, tan caótica y peligrosa, lo cierto es que como ciudad ofrece un montón de cosas positivas… Tiene una oferta cultural buenísima y muchos parques preciosos y seguros. Eso compensa, en parte, que no se pueda pasear por la ciudad, al contrario de lo estamos acostumbrados en Europa, y que yo, personalmente, echo mucho de menos!
Me encanta leer vuestros post y ver que somos muchas por el mundo con historias parecidas.
Muchas gracias!!
Hola Olga! Muchas gracias por comentar y contarnos tu experiencia! A nosotras también nos encanta leer vuestras historias y notar que no estamos solas en esta aventura! Un beso! y gracias de nuevo!