Seguro que te ha pasado como a mí, antes de irte habías minimizado el tema de sus viajes por trabajo. No te fueron indiferentes en el listado mental de todo lo nuevo que iba a sucederte, pero no tuvo suficiente peso a la hora de tomar la decision.
Hoy es una realidad: vives lejos y tu pareja viaja por trabajo. Esa es parte de tu rutina. No importa si viaja mucho, poco, lejos o cerca. Viaja. Y si bien entiendes lo importante que es para el desarrollo de su nuevo trabajo, a la hora de quedarte sola en un nuevo país la perspectiva cambia.
Convivir con un viajero frecuente es parte del contrato no sólo de ser expatriada sino de la pareja. Esto significa que hay que hacerle frente intentando no pelearse demasiado, porque se te puede ir la convivencia en ello.
Por lo general, y lo digo por experiencia propia, los viajes nunca tienden a disminuir, por alguna razón son de esas cosas que se mantienen o aumentan. Ya sea porque su actividad comercial en el extranjero ha crecido o porque anda dando conferencias alrededor del planeta. ¿Y tú en todo esto? ¿Cómo lo llevas?
Muchas veces lo llevamos fatal. Al principio con más stress, que se justifica al quedarte sola con niños en un lugar que no es el tuyo y donde no conoces a mucha gente. Con el correr del tiempo te armas una rutina donde es dificil ver a tu pareja ir y venir, pero la casa y todos los miembros de la familia van tomando el ritmo.
Algunas ideas fundamentales para sobrellevar esos viajes:
– su itinerario: es importante saber algunos detalles de su viaje, no te interesa su agenda de reuniones pero sí los horarios de vuelos, trenes y nombre de hoteles. Esto te dará elementos para organizarte, como por ejemplo ir al aeropuerto a recibirlo o contactar al hotel si su teléfono no tiene señal en su destino
– contacto: necesitas estar en contacto con tu pareja durante su viaje, tomen en cuenta las diferencias horarias y planifiquen Skype, Facetime o llamadas con los niños
– teléfonos de emergencia: vives en un nuevo lugar y aunque quizás nunca los necesites, es bueno tener a mano los teléfonos del pediatra, de las urgencias y de la compañía de electricidad, ademas de los datos de los nuevos amigos.
– calendarios: son siempre un buen aliado con los niños ya que pueden visualizar días de viaje que han transcurrido y días que faltan y puedes agregar un mapa y convertir todo el tablero en una actividad cotidiana
– tu rutina: quizás descubras que tienes más tiempo para tí cuando los niños se duermen. Aporvecha para relajarte y hacer algunas cosas que durante el día no has logrado. A veces la quietud de la casa ayuda, otras angustia. Hazte una tisana y lee un buen libro o disfruta de una peli que nunca verás con tu pareja
Si necesitas hablar con alguien sobre este tema no lo dudes, mi marido no ha dejado de viajar en los 20 años de expatriación, puedes considerarme una experta. Anímate a una consulta privada. Ya sabes donde buscarme
Saludos
Erica