Como dice la canción, todo cambia. Pero tu actitud frente al cambio, cuando todo cambia alrededor, es lo que marca la diferencia entre el cambio como adversidad y el cambio como posibilidad.

Que tu vida en otro país trae como consecuencia grandes cambios, es lo primero que hay que asumir y aceptar. Pensar que todo continua de la misma forma y que sólo algunas cosas se modifican es enfrentar la vida en el extranjero bajo una perspectiva poco realista. 

Muchos vemos el cambio como oportunidad, lo que abre muchos caminos nuevos hacia metas que has anhelado y pueden materializarse en esta nueva etapa. A veces cambia el rumbo que tenías marcado, planificado y bien ordenado en tu cabeza. Con la propuesta de una vida en otro país todo parece indicar que es el momento adecuado para emprender un sueño, un hobby que no tenía ni espacio ni tiempo en tu vida y todo lo que pueda salir de tu zona de confort.

Y hablo de ti, no hablo de los cambios de cada miembro de la familia, que son a considerar. Porque todos cambiamos cuando nos vamos a vivir a otro país. Porque sería una ilusión pensar que no es así, y es bueno que así sea. Las circunstancias nos van haciendo emprender nuevos rumbos, aprender nuevas costumbres, adoptar tradiciones desconocidas.

Con la decisión de continuar en otra latitud no has cambiado el rumbo 360º sino que has decidido geográficamente otra dirección, a la cual llevas la esencia de quien eres, tu historia, tus valores y tu pasado. Que en el futuro cambiarás, es un hecho. Pero también en tu propio país hubieses cambiado, quizás no de manera tan drástica, pero el tiempo pasa, las circunstancias nos hacen adaptarnos y por ende no somos las mismas que hace 10, 15 ó 20 años. Lo importante es que tu esencia está siempre en ti, y que los aprendizajes se capitalizan. 

Piensa en estas nuevas etapas de cambio como una inversión en tu futuro. A quienes están partiendo ahora, a quienes hace un tiempo están viviendo lejos y a quienes ya tenemos casi media vida en el extranjero, aceptar los cambios es lo que nos permite avanzar. Hay obstáculos en el camino, hay puentes que te ayudan a atravesar dificultades y hay desvíos para evitarlas. Lo importante es que todo desafío te encuentre fortalecida para así afrontar con sabiduría y calma lo que se encuentra en tu horizonte.

Irse es continuar el camino, no es un volver a empezar de cero. Es un gran sacrificio, es entender que las cosas cambian a pesar de que querramos mantenerlas iguales. 

Tus hijos, tu pareja, tu familia y tu país se mueven hacia un futuro más o menos desconocido. Está en tí prepararte para esos cambios. Y con ayuda siempre es más fácil. Poder pensar las cosas desde una nueva perspectiva es lo que te hace tomar las mejores decisiones.

Por eso es tan importante planificar los pasos antes de irte, pero también pararte a pensar donde te encuentras a pesar de que los años hayan pasado. Siempre es tiempo de cambio, ya sea físico o interno, depende de ti, de tus ganas y de tu energía para hacerlo. No hace falta sentirte desganada para encontrar una excusa, el empuje y las ganas de superación mueven montañas, aunque no creas que puedas hacerlo estando en las antípodas de donde creías que te encontrarías en este momento de tu vida.

Por suerte no estas sola. 

Y te dejo la letra de la canción, escrita por el chileno Julio Numhauser, y que inmortalizó la argentina Mercedes Sosa:

Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo

Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
Cambia el más fino brillante
De mano en mano su brillo
Cambia el nido el pajarillo
Cambia el sentir un amante
Cambia el rumbo el caminante
Aunque esto le cause daño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
Cambia, todo cambia (4)

Cambia el sol en su carrera
Cuando la noche subsiste
Cambia la planta y se viste
De verde en la primavera

Cambia el pelaje la fiera
Cambia el cabello el anciano
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño
Pero no cambia mi amor
Por más lejos que me encuentre
Ni el recuerdo ni el dolor
De mi pueblo y de mi gente
Lo que cambió ayer
Tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En esta tierra lejana
Cambia, todo cambia…

Saludos,
Erica