Hay familias separadas por la distancia, por el trabajo y por los estudios. Familias separadas en dos casas, en dos países y en dos continentes.Las familias separadas son aquellas familias a las que una propuesta laboral las ha distanciado físicamente y de forma temporaria, como es el caso de contratos a corto plazo (y en raros casos larga duración) en los cuales la pareja se plantea la necesidad de separarse o realizar una mudanza por un tiempo corto, con todo lo que ello implica. El mejor ejemplo es el de una pareja que hace poco me contactó, porque viviendo en España y con una propuesta de trabajo de 6 meses en Australia, dudaban en mudarse en familia. ¿Cómo se decide? ¿Cuáles son las condiciones que podemos pedir en un contrato de esas características?

Si la exigencia es separarse de la familia entonces las condiciones de ese contrato deben estar a la altura de ello. Dependiendo de la duración de dicho contrato deberán establecerse claramente los viajes de visita, si es sólo por parte del empleado que se distancia o si su familia tiene los gastos cubiertos para hacerlo. Por otra parte, si el seguro de salud familiar se encuentra a cargo de este empleador, como sigue cubriéndolo para la familia que se queda a la vez que ofrece una cobertura para el empleado que se traslada. Las condiciones al regreso deben estar claras también.

En esos casos hay que evaluar cuantos viajes podrá realizar aquel que se va, cuál es el crecimiento profesional que esta experiencia le ofrece y cuáles son los beneficios económicos. Sabiendo que muchas veces es la madre que queda en el lugar de origen, surgen planteos como trabajar medio tiempo para estar más con los niños y equilibrar la ausencia del otro adulto, pero también se requiere de más apoyo logísitico para el que se queda, haya decidido trabajar menos o igual.

Quien se queda es quien se hará cargo de forma concreta de las necesidades cotidianas desde la compra, el baño, los actos escolares y las reuniones familiares, entre otros. Pero es también quien se queda sin el apoyo de la pareja, quien además deberá soportar el peso de la distancia y lo que ello le provoca a nivel personal, no sólo para apoyar al resto de la familia. Quien se queda necesita mucho apoyo, algo que muchas veces sus familiares y amigos no logran ofrecerle , ya sea porque no comprenden su situación, porque no han estado de acuerdo o porque no logran conectar con esa realidad tan particular.

Quien  se queda vive muchas veces que en lo cotidiano, mientras lidia con el niño que se enfermó el día de la reunión más importante en su trabajo, con la noticia que su pareja está en las antípodas del planeta recorriendo bares y museos, conociendo gente nueva y a veces muy desconectado del día a día de la familia.

La pareja debe estar bien consolidada para enfrentarse a una situación así, no caben dudas.

Los beneficios deben ser claros, porque los sacrificios lo son. Pasar un período de tiempo separados no es sencillo. Ni afectiva ni materialmente hablando. Reflexionar acerca de diferentes escenarios posibles antes de tomar la decisión es fundamental. Pensar con mucho cuidado la forma en que se anuncia a los hijos es sumamente importante ya que puede ser vivido como un divorcio cuando en realidad es sólo una separación temporaria y física y esto debe ser explicado hasta el cansancio. La idea de que nos abandonan, que nos han dejado es algo que surge como primer reacción y es a ser considerada con cautela.

Es difícil anticipar la reacción de cada miembro de la familia y es por ello que es tan importante imaginar escenarios de situaciones y hablarlo abiertamente. ¿Cómo nos comunicaremos? ¿En qué horarios será mejor hablar? ¿Podemos organizar el primer viaje de visita antes de la partida? ¿Podremos irnos de vacaciones todos juntos? ¿Qué sucederá en cada cumpleaños?

Los planes van cambiando en el día a día pero tener cosas bien planificadas ayuda a bajar el nivel de estrés y a vivir la experiencia de la mejor forma posible. Tanto para el que se va como para quienes se quedan la búsqueda de apoyo es escencial, ya sea un espacio personal o familiar y puede marcar el éxito o fracaso de la experiencia.

¿Has pasado por esto? ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¿Qué es lo que recomiendas y lo que desearías haber sabido antes de enfrentarte a ello?

Saludos,

Erica

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