Expatriados a toda edad
Este café nos gusta compartirlo cada sábado con alguna de ustedes. El de hoy nos lo tomamos en New York.

¿Café para dos?

Este café es sentimental y lleno de emociones, porque el bebé de la casa cumplió 9 años hace pocos días.

Cuando cumplió 3 ya hablaba dos idiomas y tenía más millas voladas que sus abuelos. Al cumplir 6 ya se había mudado dos veces, había vivido en 3 países y hablaba 4 idiomas.

Si nos estuviéramos tomando un café juntas te diría que el bebé de la casa está grande y me enseña muchas cosas. Comparte conmigo su día a día al salir del colegio y disfruto de verlo crecer, de sus logros y sus conquistas (como el festejo de su primer gol en su equipo ‘profesional’)

Tiene la habilidad de hacerme sentir bien cuando no lo estoy, cada año que pasa me cuida más, comparte mis alegrías y mis logros, que se los debo en gran parte al empuje contagioso que tiene para emprender las cosas. Es un ejemplo a seguir.

Ojalá cada hijo te enseñe siempre algo nuevo, te haga reír con las pequeñas cosas cotidianas y compartas siempre con él los secretos que sólo las miradas cómplices entienden.

¿Cómo vives el paso del tiempo y el crecimiento de tus hijos? ¿Lo disfrutas lo suficiente o eres de las que se apena porque pasa muy rápido?

Buen finde!
Erica
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