El Mundial es sin duda un fenómeno internacional, te guste el futbol o no. Puede que en tu país de residencia lo llamen futbol, football o soccer, la realidad es que como varias competencias nos toca en las raíces latinas de diferentes formas. En muchos de nuestros países el futbol se vive con una pasión casi desmesurada, y todas tenemos recuerdos de infancia vinculados al Mundial.

Cuando vivimos en otro país se crea la disyuntiva respecto a quien apoyar, muchas mamás cuentan en sus redes sociales cómo descubren que sus hijos apoyan al país de origen de los padres, otros al de residencia. Y en esa disyuntiva se eligen muchas cosas. Se vive la complejidad de la idenidad, del sentimiento de pertenencia y sobre todo la pasión por pertenecer y apoyar a un equipo que te represente. 

Estos eventos deportivos hay muchísimas oportunidades de aprendizaje y juego. Empezando por el tema de las banderas, que es algo fácil de aplicar en una actividad con los chicos, y no tan chicos. Seguimos con los idiomas y alfabetos, que nos invitan a hablar sobre lenguas, formas de comunicación y por qué hay diferentes alfabetos. Pasemos al área de geografía que nos invita a hablar de continentes, países limítrofes, capitales y hasta accidentes geográficos. 

Estos temas que te acabo de mencionar se pueden abordar en:

  • Sopa de letras
  • Memotest
  • Mapas y banderas para pintar
  • Adivinanzas
  • Juegos de memoria para los más grandes
  • Ejercicios de traducción
  • Laberintos
  • Construcciones (bloques tipo Lego o de madera)
  • Crear canciones con nombres de capitales y países…

Aquí ha salido mi lado psicopedagógico más puro porque creo firmemente que podemos crear situaciones de aprendizaje a partir de temas muy diversos, y en esto el Mundial se presta de maravillas. Para las que ya se encuentran en vacaciones de verano es un momento ideal, y para las que aún no, también. A los más chicos se les hace largo un partido de 90 minutos así que unas buenas actividades que nos permitan a todos disfrutar del evento son el mejor plan familiar. 

El tema del rol de la mujer en este deporte merece un apartado. Muchas mujeres son tan o más apasionadas que los hombres y es bueno poder vivirlo intensamente si es que así lo sientes. Algunas sociedades lo «ven mal» y seguramente te mirarán de forma algo extraña si te apareces con la cara pintada con los colores de tu país en plena oficina o reunión de padres, así que acomodarse a la situación sin dejar de disfrutar del Mundial es algo similar a lo que vienes haciendo respecto de cómo se integran tu cultura y la de tu país de residencia. Y en este Mundial en particular, éste es un tema que es interesante traer en nuestras conversaciones en familia. 

Rivalidades de lado, creo que como en toda competencia hay que rescatar las ganas que nos empujan, el placer por compartir una actividad con familia y amigos y la tolerancia y respeto por las decisiones personales. Mirar partidos con amigos extranjeros es una experiencia muy interesante en la que tus hijos estarán aprendiendo mucho de tu actitud ante los rivales. 

Que todos podamos disfrutar de un evento que convoca familias, naciones e identidades. 

¿Con qué colores te vistes este año?

Saludos,

Erica

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