Esta claro que nadie nace aprendido y que la expatriación exige de mucho tiempo y de adaptaciones. Como decíamos  en adaptandose, la clave de la expatriada, la adaptación no es una meta sino un proceso y desgraciadamente no hay llaves maestras pero en lo que si podemos ayudaros es poniendo a vuestra disposición nuestra experiencia profesional y personal en este mundo de la expatriación y contarte las 5 cosas que me hubiera gustado saber antes de ser expatriada.

Aquí van:

1. Llorarás muchas veces, sobre todo en la primera etapa: llorarás haciendo maletas, llorarás en las cenas y despedidas que hagas con familiares y amigos. Llorarás en el aeropuerto, llorarás en tu nueva casa cuando deshagas maletas o cuando veas que tus hijos lloran cuando te despides de ellos en su nuevo cole o cuando llegáis al parque y están solos sin amigos. Llorarás y no pasará nada, no cambiará nada pero después de cada llanto estarás más cerca de ir asumiendo tu nueva realidad. Llorarás y si todavía no te has expatriado, te acordarás de nosotras y seguro que no te sentirás tan mal porque no pasa nada, es algo normal. Lo anormal sería que no lo hicieras.

2. Te sentirás sola y no es un tema de percepciones, es que lo estás. Estas tu sola con tu familia. Pero ellos se irán al cole/guarderías o a sus trabajos correspondientes y a ti te tocará recomponer tu vida personal, llenarla de motivaciones, rutinas nuevas y también retos y proyectos. Tienes la posibilidad de empezar a escribir un nuevo capítulo en tu vida y de ti depende, solo de ti,  cómo ir llenando cada hoja.

3. Sufrirás por tus hijos, cuando los veas sin amigos, sin entender y sin poder relacionarse. Todos te dirán que es lo normal, que todo pasa y esos mensajes que todas conocemos (y que nosotras también decimos en nuestras sesiones 😉 y aunque es totalmente cierto, los hijos duelen, lo que más duele en el mundo y verlos sufrir no es nada agradable ni algo en lo que puedan prepararte. Simplemente es algo por lo que hay que pasar. 

4. El WhatsApp y el Zoom serán parte de tu rutina diaria. Abuelos, tíos, primos, amigos, todos querrán tener su lugar. Al principio puede agobiarte un poco, más cuando tienes niños pequeños a los que estar atentos a una pantalla más de 2 minutos seguidos no les atrae nada de nada, pero en unos meses podrás establecer horarios, días de conexión con cada familiar y será mucho más natural para toda la familia.

5. Tu familia se hará más fuerte. Me gusta mucho la frase de una de nuestras mamás expatriadas, «te reencontraras como familia» y es que, no es que antes no lo fuerais, es que ahora lo series en un contexto nuevo y hacerlo lejos de cualquier ayuda de confianza hace que nos unamos más, si cabe,  y nos redescubramos en cada nueva situación.

Avanzar situaciones, estar preparados para un mundo desconocido en lo práctico y lo emocional, ayuda a que la adaptación no sea un salto al vacío, en todo esto y mucho más es en lo que te puede ayudar Mamás por el Mundo.

Y a tí ¿qué te hubiera gustado saber cuando iniciaste tu expatriación?

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